Flavor Girls HC USA de Loïc Locatelli-Kournwsky y color de Angel de Santiago
Archaia (BOOM! Studios); contiene Flavor Girls #1-3 USA. Asistencia de color de Chris Eubank y Eli Nova; diseño de Madison Goyette. Cartoné; 176 páginas; 24,99$.
Con la de cómics que se publican en nuestro país ahora mismo y precisamente me da por comentar uno inédito. Vaya por Dios, ya lo siento.
Me enamoré de las historias de Loïc Locatelli-Kournwsky gracias a su Perséfone, que publicó Sapristi en 2019. Es más, reviso ahora la micro-reseña que escribí en su momento y me da pena haber escrito algo tan breve, porque la tengo presente muy a menudo y sé que es una obra que me gustó lo suficiente y me pareció lo suficientemente buena como para escribir más. Cierto es que Perséfone forma parte de un subgénero que mi cerebro almacena en el pasillo de «Señores franceses que quieren hacer relatos feministas de llegada a la madurez de heroínas», concretamente en la balda de «Actualización mitológica», y a lo largo de los últimos años estas propuestas han llegado a cansarme y hacerme poner los ojos en blanco. Pero creo que Locatelli (al igual que Fabio Pia Mancini con su Unboxing Pandora) va por un camino diferente, con actitudes menos impostadas, en el que puedes confiar.
Pero bueno, espero resarcirme hoy con Flavor Girls, obra en la que retoma ciertos temas de madurez forzada y soportar presiones para las que no estás preparada, a la vez que pisa el acelerador en su pasión (que ya intuíamos en su anterior obra) por el subgénero de las magical girls.
¿De qué va esta vaina? Pues de una estudiante universitaria francesa, Sara (en ciertos aspectos un remedo de Bunny Tsukino), que ve su vida puesta patas arriba cuando es seleccionada para obtener poderes mágicos que le proporciona una… ¡piña mística gigante! Como lo oyes. Y es de esperar que se una al grupo conocido no oficialmente como las «Flavor Girls», populares y queridas protectoras de la Tierra frente a una amenaza alienígena que años atrás dejó el planeta en una especie de estado post-apocalíptico pero sin haber desmoronado la sociedad. Algo así como en Evangelion, incluyendo los ataques periódicos inesperados mientras la vida sigue. A partir de aquí, Sara tendrá que adaptarse a su nueva vida: al ritmo de sus veteranas compañeras, a un entrenamiento acelerado con sensei mística incluida, a un nuevo reino mágico, etcétera. Poco a poco se irán desvelando los pasados del resto de «Flavor Girls», el origen de sus poderes y las complejidades de la invasión alienígena (con unos monstruos al estilo Power Rangers a más no poder), que no es tan básica y sencilla como parece. Es más, ahora que lo dices… ¿percibo en ella ecos lejanos de Steven Universe, quizá?
Pese a lo cuqui tras el concepto de la piña mágica (las tres «Flavor Girls» originales tienen también poderes y estéticas frutales, y no son las que esperáis), este estatus de pseudo-post-apocalipsis, así como los sucesos traumáticos repartidos a lo largo de las historias de origen de diversos personajes relevantes para la historia, le dan al título una pátina dramática muy de agradecer, alejándolo de la aventura de comedia y acción que cabría esperar basándonos en la estética de portada. Es más: si en Perséfone el dibujo de Locatelli me recordaba en ocasiones a Nùria Tamarit, en Flavor Girls rebaja la potencia en fondos (sin que se perciba un impacto negativo en la narrativa) acercándose más al desparpajo de línea suelta y garabatosa de Leslie Hung o Ken Niimura. Lo cual no deja de ser curioso, porque percibo una gran similitud tonal entre esta obra y Soy una matagigantes, sin llegar Flavor Girls (de momento) a la gran carga dramática de esta. En lo narrativo, más allá de que pueda gustarte o no el estilo del autor, me ha sorprendido gratamente la mezcla que hay entre los episodios ligeros y cómicos, y otras páginas, en su mayoría mudas y muy potentes, con menor recuento de viñeta y virando hacia lo monocromático o bitono, más herederas del álbum europeo que de la grapa de puñetazos estadounidense. Una lectura fluida y ligera, pero muy gratificante. De las que da rabia que no haya más, pese a que me parezca una idea genial avanzar a base de miniseries breves.
Normal que me haya gustado tanto: lo dramático (o directamente turbio) disfrazado de cuqui es uno de mis tratamientos de ficción favoritos.
¡Aviso a navegantes! Flavor Girls salió en 2022 directamente en Estados Unidos, con recopilatorio en tapa dura en 2023. Pero lo bueno de que reseñe esto tan a toro pasao es que acaba de terminar la publicación de la segunda miniserie de los personajes, también de tres «grapas largas» y continuación directa de la primera, subtitulada Return to the mothership… ¡cuyo tercer y último número sale precisamente en febrero de 2025! Así pues, es de esperar que en unos meses tengamos tomo recopilatorio (supongo que también directamente en tapa dura, no me consta que la primera miniserie tuviera primero tomo en tapa blanda). ¿Quién traerá esto a España, que hasta donde sé no está licenciado? Pues Perséfone la trajo Sapristi, imagino que gracias al trato previo que tenían con obras como Leñadoras; pero Sapristi es un sello que lleva inactivo desde junio de 2024, fagocitada cruelmente por la terrible maquinaria editorial de nuestro país. Otro maravilloso título del sello Archaia como es Matadero Cinco lo ha publicado Astiberri, pero seguramente esto se deba más bien a preferencias y cercanía con Monteys que a tratos con la editorial (uno puede soñar). La que más títulos publica de BOOM! Studios a día de hoy es claramente Planeta Cómic; Norma/Astronave también tienen cositas; Moztros parece que se centra principalmente en Power Rangers... ¿apuestas? ¿Alguien se anima?
¿Qué buscas más obras inspiradas en el magilcalgirlismo pero que no sean exactamente un magical girls al uso? Pues aquí tienes varias ideas más. ¡Que no te falte a ti de ná!
[Canción a la que estoy enganchadísimo y me transmite cierta energía mágica, combativa y de colorinchis: Goals de Sophie Powers]