¿Qué puedo decir, a estas alturas, de la serie que más me ha hecho disfrutar en años? Además, no quiero desvelar ningún detalle de la enrevesada y terrorífica trama que Joe Hill sacó de su mente a base de pura invención. Nada. Id a ciegas y sorprendeos.
Me he reído, he llorado, y he pasado miedo (probablemente la única vez que me ha ocurrido esto último con un tebeo). He sufrido por los personajes cuando todo iba mal, y he gritado '¡Sí, joder!' cuando se han salido con la suya. Personajes imperfectos y del todo humanos que nunca están a salvo de las trampas del guionista.
Una trama que invita a descubrir quién lo hizo y cómo lo hizo, pero huyendo de los tópicos, porque siempre hay una vuelta de tuerca tras otra que nos impide acertar del todo.
Recursos literarios, comiqueros, cinematográficos, entretenimiento y juego con el lector en cada viñeta, inmersión completa en la historia, y un mundo tan elaborado y compacto que Hill y Rodriguez podrían tirar de spin-offs, secuelas y precuelas indefinidamente.
Y yo pagaré lo que haga falta para volver a la Casa de las Llaves.