Empieza el tomate.
Ya me extrañaba a mí que Hiroya Oku se hubiera tomado un tomo de introducción tranquila, teniendo en cuenta las toneladas de CAÑITA HARDCORE que le aplica a sus cómics. Lo está haciendo progresivamente, y seguro que acaba como el Rosario de la Aurora.
Inuyashiki continúa descubriendo sus poderes y posicionándose como agente del Bien mientras se nos presenta a su némesis. Ojo con las motivaciones de ambos: de momento esta es una de las obras que he leído que mejor trata el tópico "persona normal en el mundo real que obtiene poderes". Las posibilidades de entretenimiento y variedad de posturas morales de la trama son enormes. Y eh, tiene momentos muy bonitos.
PD: tengo que inisistir una vez más en el gran trabajo que Milky Way ha hecho con las sobrecubiertas. Hipnótico.