Dragon Ball Super #1 / Serie Roja #212

20 años de diferencia.

Podría deciros que Toyotarô tiene una línea demasiado limpia y curva; que no hace las atrocidades que hacía Toriyama, con lo que molaban. Que esperaba ver un Goten crecido y a Ub pululando por ahí. Que faltan grises.

Pero todo eso quedaría eclipsado por la emoción que he sentido al leer una continuación oficial del universo DB en el mismo formato en el que leí el último número de la serie hace 20 años (en realidad esto podría no ser cierto, ya que yo leí DBZ en la serie azul, y no recuerdo en qué momento apareció en mi vida el #58 de la serie roja). La historia parece sencilla e inocente (aunque me gusta mucho que retomen el tema de los dioses en este universo), y probablemente el anime le haya hecho un flaco favor. Pero joder, yo he sentido ilusión al tenerlo en mis manos.

He sentido ilusión al ver la publicidad de DB, la página de créditos, la contraportada, con el mismo estilo que hace 20 años. Iba a criticar que no hubiera un artículo nostálgico al principio, pero lo he encontrado al final.

Va, Planeta, no lo dejéis en cinco. Seguid la tradición. Que la muchachada puede permitirse grapas. Y la no-tan-muchachada seguro que quiere comprarlas.