Un cómic sincero.
Primer arco argumental de la etapa de Becky Cloonan manejando a Frank Castle, y el último trabajo publicado del enorme Steve Dillon antes de fallecer.
Exactamente lo que esperas encontrar en un cómic del Castigador. Ni más, ni menos. Sin sorpresas. Con burradas estilo Ennis, casquería y acción rápida.
Contundente, directo, y al grano.