Patrulla Condenada Vol. 4

Así acaba, con un suspiro robótico.

Ay, qué pena. Finaliza el mítico periplo morrisoniano por la serie de los héroes más 'outsider' de DC, dejando atrás una limpia edición de ECC, exponiendo las portadas de Brian Bolland con todo el respeto y esplendor que merecen... y con cierta sensación de insatisfacción por mi parte.

Dudo bastante que el lector de la época tuviera la misma sensación, pero he notado en la recta final de esta Doom Patrol cierto paralelismo con la etapa de la JLA que el autor escribiría tiempo después: cuando desde un principio creas historias tan enormes y épicas (en la JLA) o tan surrealistas e imposibles (en Doom Patrol), la manera de renovar el interés es cambiar de táctica. Sin embargo, lo único que consigue Morri es darnos lo mismo, pero más grande. En el caso de su JLA, el resultado es tan hiperbólico que da casi risa y nos saca de la historia. En el de la Doom Patrol, es un poco decepcionante, porque es muy dificil hacer más surrealista algo que ya lo era antes, y lo que nos queda es una sensación de repetición (¿otro Apocalipsis más? ¿Cuántos llevamos?), además de narrar de forma menos lineal y más confusa que en tomos anteriores.

Aún así, la valoración total de la etapa es sobresaliente, y por descontado que se le puede considerar un imprescindible de la historia del cómic, aunque no le podamos poner broche de oro.

Me quedo con la empatía total hacia Robotman, y mi admiración hacia Morri por haber creado a Danny la Calle, el que creo que es uno de los personajes de cómic más originales y extraños de todos los tiempos.

Nos vemos en la Patrulla Condenada de Young Animal de DC.