Lo de la fluidez.
Aunque por desgracia esta nueva obra no me ha entusiasmado tanto como en su momento lo hizo 'Carta blanca' (por diversos motivos, quizás manías personales mías -y por eso no los desarrollaré-, siendo el principal que no me convence la construcción de la personaje protagonista, lo cual dificulta las cosas), lo que queda claro un año más es que hay muy, muy poca gente en activo capaz de hacer cómic con la expresividad, fluidez y, en definitiva, vida, con la que lo hace Jordi Lafebre. Quizá cuatro o cinco personas en Japón, y gracias. Lo peor: que no se desarrolle más lo que para mí es lo más interesante del álbum, que es la vida pasada de las familiares fallecidas de la protagonista (¿habrá más álbumes? ¡Chan chan chan!).