El 1 del 21 del 3-en-1.
Tengo buenas y malas noticias, y ambas son la misma: que me está gustando el Áishild Veintiuno. Ya hace 12 años Yusuke Mirata dibujaba diferente, con una chispa menos de personalidad propia, pero ya era espectacular. Me gusta también que el protagonista no sea un flipao de la vida, ni un tío duro, ni un superviviente dramático, ni alguien que quiere cumplir un sueño de triunfo o que tiene un objetivo concreto, sino un chaval se buen fondo, normal, que quiere tranquilidad, se enfrenta al bullying y al día a día, y que además no tiene ningún interés en el fútbol americano (aunque sí una innata cualidad concreta para el mismo), pero se la acaban liando. Con una vis cómica explosiva, literal y figuradamente. De verdad que no sé cuantos bazokas se han disparado en el primer tomo, pero tres por lo menos.
Lo que me faltaba, otro tochal para la colección. Ay.