Bakemonogatari #22

Más que vampiro, fantasma.

Hoy os voy a conceder un muy poco habitual regalo en mí: una reseña negativa. ¿El motivo? A veces me gusta explicar el por qué de las cosas y darle vueltas, simplemente. Y que me siento especialmente engañado por este título, más que por cualquier otro (aunque 'Made in abyss' y 'No me rayes, Nagatoro' se acercan bastante, ejem).

Si leéis el primer par de reseñas que hice de 'Bakemonogatari' (hablo siempre de la adaptación manga, no de las novelas), eran bastante entusiastas. Venían recomendadas por gente de la que me fiaba, un dibujo finísimo, demencial y con fuerte componente de diseño (por dentro y por fuera), donde cada detalle contaba, me impresionó, y la trama era una montaña rusa no lineal, con diálogos rocambolescos, tremendas disociaciones tan absurdas e inteligentes y, en definitiva, algo único, difícil de describir, que me impresionó... y que me hizo perdonarle otras carencias más problemáticas (ecchi, ahegao, etc.). Pero conforme avanzaba la serie, los defectos iba siendo más patentes mientras que las cualidades se tornaban repetitivas e incluso vacías. Seguí leyendo porque confiaba en lo rompedor de la propuesta, pero pasó a ser un placer culpable que disfrutaba en privado y que no me apetecía recomendar públicamente. Y más o menos en el ecuador del título, lo que era un placer culpable dejó de ser placer. 'Bakemonogatari', a base de repetir la fórmula una y otra vez, una y otra vez, ha dejado de parecerme autoconsciente y ahora me parece egocéntrico. Los inteligentes, extensos e impredecibles soliloquios y monólogos internos se tornaron retórica vacía. La estructura temporal de la obra, que era inicialmente un reto y una novedad original, ha terminado siendo una maraña confusa que me impide saber si ha transcurrido una semana, un mes o un año. Y lo siento, pero si ya de entrada el ecchi me cuesta pasarlo por alto, verlo en personajes cada vez más jóvenes era cada vez más duro, y el metadiscurso alrededor del mismo no lo arregla en absoluto. De la escena de pseudoincesto fingido con un cepillo de dientes como protagonista que hay en el último tomo, ¿qué decir? Parece sacada de otra obra.