Gata a la fuga #1

Público objetivo no identificado.

Hay propuestas que te dejan un poco en shock. Unas veces, por el apartado artístico, y otras, como en este caso, porque no te queda claro a quién puede ir dirigida realmente. Esta serie de Aaron Blabey protagonizada por Cuqui Cat (dos palabras que a priori dan a entender que este cómic se hizo para mí) la influencer más famosa del mundo mundial (ya vamos mal), que se ve envuelta en caóticas huidas y conspiraciones (esto suena mejor) carece, a mis ojos, de un objetivo claro. La sucesión de enormes viñetas es cacofónica, con diseños de personaje repetitivos y difíciles de distinguir, mucha exclamación e hipérbole, y un ritmo endiablado claramente más enfocado al lector infantil (a partir de 8 años) sobreestimulado, que a mí personalmente me agota. El ritmo, no el lector.

Pero. Hay algunos gags realmente inesperados (y acertados), además de muchas referencias culturales claramente dirigidas al público adulto (siendo la más obvia un mantenido homenaje a 'El fugitivo'), una tentación de la que pocos autores de cómic infantil y juvenil pueden escapar, pero frente a la que otros sin duda salen mejor parados, mientras que en el caso de Blabey provoca una impresión extrañamiento (simultaneamente complejo y sencillo) y sin un objetivo claro. Pero eh, al no ser yo un crío de 8 años, sepa Dios.

Traduce Jaime Valero

Cartoné. 192 páginas. 13,95€