La idol, la actriz de teatro y el actor de kabuki.
Qué bien mantiene el título de Kumiko Saiki el equilibrio entre el amor por los escenarios (¡muchos tipos de escenario, ojo!); los dramitas y misterios de la infancia de cada uno de sus personajes; y los avances de una persona seca y sin mucha inteligencia social que progresa en su comprensión del funcionamiento de la amistad y la empatía (mi subtrama favorita, sinceramente). Además, me sigue sorprendiendo positivamente porque siempre encuentras algún comentario de algún tema de rabiosa actualidad, así como una tonelada de cultura japonesa, tradicional o no. Un título muy completo y que varía bastante de un tomo a otro (entiéndase esto como algo positivo). Soy fan.