El Fantasma que Alimento

La puyita materna.

Puede que haya quedado un poco a la sombra de 'En el limbo' (obra con la que comparte varios temas y que paradójicamente se publicó antes que 'El Fantasma que Alimento' en sus respectivas ediciones originales), así que voy a aprovechar para recuperar esta viñeta de de la obra de Victoria Ying, otro de los imprescindibles cupuleros de los que ya de entrada hemos de considerar importantes, necesarios para comprender otras realidades muy cercanas.

Es obvio que lo que más se menciona de esta obra sobre el viaje a la autoaceptación (basada en la experiencia real de la autora) lidiando con un trastorno alimentario es la convivencia con dicho trastorno, su gestión y cómo permea tantísimos aspectos de una vida, y por ello es una lectura de gran valor psicológico y social; pero algo que para mí destacaba por encima de todo es la fuerte carga que arrastra su protagonista y que ha depositado gramo a gramo, insidiosamente, su propia madre. A base de presiones, expectativas, y no siempre necesariamente actos perceptibles, esos detalles, esos comentarios (a veces hirientes, a veces no, siempre repetitivos, hasta el punto de hacer callo y casi perder su significado, sin darnos cuenta de que ya nos han erosionado) tan propios de figuras maternas, principalmente de generaciones previas y, basándome en un número llamativo de lecturas, series y monólogos, una corriente especialmente identificable en familias asiáticoamericanas. A veces se nos va la lengua muy rápido a la hora de ubicar un título en la estantería de 'juvenil', y pocas veces estoy de acuerdo, porque lecturas como estas tienen habitualmente bastantes "recaditos sutiles" cuya lectura todavía beneficiaría a padres y madres boomers (y creedme que no lo digo en clave de insulto, sino para referirme a una generación).

Rústica con solapas. 216 páginas. 22'50€

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