One Piece 3-en-1 #1-2

El gallo está en el gallinero.

No voy a entrar en valoraciones de que si esto mola y patatín y patatan, porque estoy a punto de hablar de uno de los mangas más mainstream y archiconocidos de la historia. Os voy a contar otra cosa: el por qué finalmente he caído. Más concretamente, por qué le he dado hasta CUATRO oportunidades a la obra de Oda, cuando yo precisamente soy un defensor de dejar pasar las cosas cuando no nos gustan a la primera (hay tanto que leer y disfrutar en esta vida... ¿qué más dará?). El primer motivo es la gente y, sobre todi, la gente de Twitter. Digamos algo bonito de Twitter antes de que termine de hundirse en la miseria. Allí he encontrado gente (llamémosle 'found family', si gustáis) que, desde la distancia y lo virtual, me ha acabado conociendo muy bien, yendo más allá de la relación parasocial. Gente que me tiene pillado el punto y sabe cuándo insistir y de qué forma, con gran paciencia. Suelen acertar. Gracias por tanto. El otro motivo es una cuestión estética y de edición, de la que me gustaría hablar más en profundidad el próximo domingo 9 en el primer Lecturas Bamfianas veraniego: el cariño (o falta de él) que se pone en las reediciones. Hay personas que valoran -valoramos- sobremanera el componente estético y tangible en lo que leemos. Puede ser hasta un factor clave: decenas de veces os he hablado de cómics que he comprado solo por la edición o portada, y lo habitual es que acierte. También ocurre lo contrario (es básicamente la razón por la que todavía no he leído entera 'Naruto'), y las reediciones las carga el diablo (este domingo os hablaré de otras como 'Slam Dunk' -ejemplo casualmente bueno- o 'Saint Seiya' -malo-). Intenté leer 'OP' piratilla hace siglos. Lo intenté con los tomos tankobon cuando Planeta los sacó rebajados. Lo intenté en la app de Manga Plus. imposible. Pero mira, lo que yo necesitaba era una edición 3-en-1 que atenuara el susto de tomos acumulados; un tamaño un pelín mayor, sin páginas cortadas; estética mucho más agradable, limpia y actual... Y lo más importante: un lomo rigido, lo suficiente como para que no se combe ni haga arrugas tras la lectura de algo tan voluminoso.