Ese colorcito revistero.
No solo deben sentirse orgullosos Alberto Cimadevilla, David Braña y Carlos Mercé de haber creado una obra de ciencia-ficción de tradición europea a la antigua usanza, algo que puede mirar a los ojos y hablar de tú a tú a cualquier álbum frencobelga del momento; es que encima nos regalan un puñado de escenas, como la que acompaña a este texto, que son pura ci-fi viejuna dramatiquísima y humana (con unas decisiones de color exquisitas), que bien podrían estar sacadas de una Metal Hurlant. Lo malo, lo de siempre en Sallybooks: ¡demasiado rapido y demasiado corto! Un cómic sobre relaciones humano-robóticas, acción -sin querer el protagonista nada de eso- y que sabe a años setenta, época en la que las propuestas de ciencia-ficción parecían más creíbles, no sé por qué. Serían los moñecos.
Cartoné. 88 paginas. 14€