Una carta para Yodo

Traición y doble traición.

Estoy un poco enfadado con Jim Bishop, porque el tío se marca un tomo con un dibujo espectacular, derrochando una imaginación cuqui irreverente y divertida que mezcla lo Ghibli con las ciudades bizarras de Dragon Ball, el Sea Guy de Morrison y Stewart y, no sé, los últimos juegos de Super Mario, te lo da todo, un festín de color para tus ojos, un mundo inventado que bien valdría para un videojuego o una peli de animación, una trama con corazón, rareza e inocencia... y al final decide hacer algo muy raro, anticlimático y efectista con la historia que, a día de hoy, todavía no he conseguido entender. Y sabe a traición hacia les lectores. Como que todo va perfecto y en las últimas 10 páginas Bishop decide meterse un tiro en el pie, lo cual es una pena. Insisto: una puesta en escena espectacular, solo por lo visual ya merece estar en tu estantería, porque cada viñeta es una fantasía... pero me deja deseando leer una hipotética siguiente obra en la que tenga más claro a dónde quiere llegar.

Traduce: Inés Sánchez Mesonero

Rústica con solapas. 208 paginas. 27'50€