Gunsmith Cats #1

¡Pañium, pañium!

Lo que tenéis ante vuestros ojos es una página de, atención, uno de los tres mangas que llevo unos 20 años deseando que se reeditaran. No os miento: es un sueño hecho realidad, un mito de preadolescencia, uno de mis pilares formativos estéticos en lo que al manga se refiere. Los planos de Kenichi Sonoda fueron una piedra fundacional de una estética que, a día de hoy, sigue siendo la que roba mis miradas casi sin proponérselo. Y no os voy a engañar: la valoración de este manga es de las más subjetivas que voy a hacer, que el título no tiene para tanto. Es básicamente un manga noventero de tiros, derrapes, explosiones, más tiros, más derrapes, más explosiones, MUCHOS MAS TIROS Y MUCHAS MÁS EXPLOSIONES hecho para gente que disfruta con la acción callejera norteamericana hollywoodiense de los 80 y 90. Es 'Banana Fish' pero sin trama y con más dinamismo. Es 'City Hunter' pero sin el mismo nivel de detalle (y envejeciendo mucho mejor, además de que 'GSC' son, por fortuna, solo 4 tomos en esta edición revisada, algo que ayuda a que la experiencia sea satisfactoria y no llegue a tornarse repetitiva, como sí ocurre con 'CH'). Es 'Arma Letal', 'Heat', 'Harry el Sucio', media filmografía de Bruce Willis... me vais siguiendo. Coches, armas, más coches, más armás, más, más, más armas y mucho humor a manos de dos de las protagonistas más reconocibles y con más personalidad que hay. Misoginia: algo hay, sobretodo en la idea que tiene Sonoda sobre lo que es haberse dedicado a la prostitución (o sobre el ser humano en general, es como si el autor se hubiera documentado tanto sobre coches y pistolas que se le hubiera olvidado un poco cómo funcionan las personas), algo que empaña basssstante un capítulo del primer tomo, pero el resto aguanta bastante bien, con un plantel de villanas y secundarias bastante poco habitual. Disfrutón, hecho para brillar en anime, noventeramente ligero, y aobresaliente en test de Bechdel, la verdad.