Ole, ioputa.
Gracias, Furillo y Autsaider, por ayudarme a ampliar mi umbral del dolor comiquero hasta un punto que no creía posible.
Las paginas de 'El Maestro' son el mayor exponente del cañí grotesco y, sus escenas, una prueba de valor para saber hasta donde aguanta el estómago de cada une. Bares insalubres, espinillas, hongos, diarrea, sexo geriátrico, maternidad, genitales, ranciedad extrema, podredumbre y huevos colganderos. Habitualmente todo en la misma viñeta de forma simultánea. Una oda a todo lo insalubre.
Como siempre, mis dices a Autsaider por preguntarse "¿qué podemos hacer de especial en esta portada?" y responderse "los salpicones de diarrea, EN RELIEVE". Un detallado atentado contra el buen gusto solo para amantes de las emociones fuertes. El auténtico 'body horror' patrio era este.
Rústica. 64 páginas. 15,50€