Banana Sioule #1

Oh la lá, le spokon.

Es tentador ver un título europeo de deportes en blanco y negro con formato de tomo de manga y decir "ah, un spokon a la europea", pero lo cierto es que es que lo que hace aquí Michaël Sanlaville no es el típico cómic de autor europeo que se mete hasta el cuello en el estilo narrativo del tipo de manga que admira, sino que más bien parte del concepto "cómic de deportes" (¿necesariamente spokon, o simplemente la japonesa es la tradición comiquera que más trabaja dicho subgénero y al final la palabra ha acabado asimilando cualquier propuesta deportiva?) para narrarlo con una óptica, códigos, estética, composición, diseño, diálogos, escenarios y movimiento genuinamente europeos.

El sioule es un deporte (ficticio) a mitad de camino entre el rugby, balón prisionero y el quidditch (me recuerda un poco al grudgby de 'The Owl House', pero sin magia) en el que todo vale y los campos de juego son aleatorios. Nuestra protagonista, Helena, es una granjera apartada del mundanal ruido (y con una fuerza descomunal, no la han criado en Smalville, pero lo parece) que descubre por casualidad, jugando con amigos, que se le da bastante bien este arriesgado, brutal e impredecible deporte, y tal vez su futuro se encuentre en la liga profesional, para disgusto de au padre.

Un dinamismo espectacular fresquísimo y ágil y, sinceramente, una lectura que deja con ganas de más. Por desgracia o por fortuna vamos al ritmo de Francia, así que toca esperar) y que creo que es una buena propuesta para gente que empiece a leer cómics (además es para todos los públicos). Seguiremos leyendo.

Rústica con sobrecubiertas (como un kanzenban, vaya). 208 páginas. 15€