Melody. Diario de una stripper

¡Oh, Canadá!

Lo de Sylvie Rancourt es una pasada. Historia viva del cómic, con una biografía tan molona que da para hacer cómics autobiográficos, como este del que os hablo hoy. Lo ideal es que fuerais a leer el texto que la propia editorial Autsaider ofrece en su web, porque es básicamente punto por punto lo que me gustaría escribir a mí, pero como vivimos tiempos de clic vago y perezoso, os daré mi versión de los hechos: Rancourt es una de la pioneras del comic biográfico, es pionera de la autopublicación fanzinera, y estoy convencido de que no solo es pionera sino que es la única persona que ha hecho un comic serializado sobre su vida como stripper y sordideces posteriores... y lo ha vendido en el propio club de striptease.

Total: que Melody (es decir, la Sylvie de ficción) es inocentona y buena y se mete a stripper para ganarse el sueldo y mantener de paso al Trrrremendo Inútil de su novio. Todo esto, y la vida cotidiana un poco barriobajera en el Montreal de los años 80, así que también tenemos una pequeña lección de historia narrada con estilo naif y feísta (y explícito, recuerda un poco a las Biblias de Tijuana), que le quita bastante bajona a todo (me recuerda al 'Tokyo Zombie' publicado también por Autsaider, se nota que tienen ciertas preferencias artísticas, estas buenas gentes). Una institución canadiense, la Rancourt.

En lo que a las formas se refiere, es un poco lo de siempre: el día que Autsaider edite un cómic que no de gusto ver en la estantería, me como mi sombrero.

Rustica rugosita con solapas. 360 páginas. 20€