Arsène Schrawen

Réquiem por un sarao español.

Como no he podido ir al @grafcomic y estoy triste, quiero compartir con vosotres un recuerdo de este festival. Este año quería ir, conocía a las editoriales, a organizadores, a muchos, muchos autores y autoras... Probablemente más que en ningún otro evento hasta ahora. Pero la primera (y única) vez que fui al GRAF, en su edición madrileña, fue en 2017. Hace 5 años, tanto Comic Freaks, como mis hábitos de lectura, como mi relación con la industria, estaban en un lugar totalmente distinto al actual. Entrar al local fue para mí como entrar en otra dimensión, una dimensión comiquera que no terminaba de entender del todo; ni a nivel de propuesta, ni a nivel artístico, ni humano. Para todo hay un momento, y a veces necesitas un tiempo para convertir en zona de confort lo que todavía no lo es. Es un proceso de descubrimiento, aclimatación y aprendizaje continuos.

Recuerdo perfectamente que el primer cómic que me paré a mirar fue justo este: el integral de 'Arsène Schrawen', de Olivier Schrawen, publicado por Fulgencio Pimentel. No lo llegué a comprar, pero lo miré una y mil veces. Y me alegro de no haberlo hecho, porque no era el momento. No se lo que habría pensado mi yo de aquel entonces de esta bizarrada de viaje iniciático, falsa biografía, realismo mágico, colonias belgas tropicales, utopías urbanísticas, trapenses y más trapenses; porque lo que Schrawen hace con la temporalidad del medio es algo que, si bien en 2022 (cuando por fin lo he leído) no me pilla tan por sorpresa, si sé reconocer como magistral, pese a que se disfrace de burdo absurdo en muchas ocasiones. Lo de Schrawen, si bien no directamente atractivo (y de hecho puede ser agobiante y grotesco), es cuanto menos, hipnótico y clarificador. De los cómics que te hacen decir: "Vaya. Con que ESTO es lo que puede llegarse a hacer con el cómic."

En fin. Disculpad, esto no era una micro-reseña, sino más bien una reflexión. ;)

Rústica. 256 páginas. 26,90€