Mi tabla de súplicas

Reír llorando.

Las escenas de Keiler Roberts son el "haber si me muero" definitivo; el espíritu millennial de Twitter hecho tira "cómica"; humor de patíbulo suburbano. Una colección de pequeños fragmentos de cotidianeidad inane que pueden encerrar tanto la ridiculez como la genialidad (a veces simultáneamente) y hacerte reir de absurdo cómico para acabar llorando de puro absurdo existencial. Sí, la verdad es que es una ruleta rusa.

No digo nada más porque pocas veces se ha capturado tan bien el espíritu de un cómic con una frase promocional como en el párrafo de Jorge de Cascante que podéis leer en la contraportada del cómic, y yo no lo voy a hacer mejor.

Rustica con solapas. 160 páginas. 21,50€