Tokyo Revengers #1

Nostalgia a hostias.

Estoy hecho un lío con los Revengadores Tokiotas de Ken Wakui, pepino en Japón y pepino que ha creado sensación en España como pocas veces antes había visto (cierto es que pocas veces he visto a una editorial volcarse tanto en la "precampaña"). Pensamientos de entrada: la premisa (chica muere por culpa de los enfrentamientos entre bandas criminales y chico viaja en el tiempo a su adolescencia para cambiar cosas e impedir que esto suceda) me parece interesantísima, porque tú me dices "viajes en el tiempo" y yo voy detrás. Y si encima tiene un componente romántico, más aún. Por otra parte: el aspecto visual de la obra no me llamaba la atención. Después de la lectura del primer tomazo (384 paginazas, los tomos cunden) se me ha quedado el cuerpo raro. Estoy totalmente indeciso. No me disgusta, pero no sé si llega a gustarme.

Los motivos: por una parte percibo unos cimientos argumentales muy, muy pobres, que seguramente Wakui vaya apuntalando a posteriori. Lo que me transmite el razonamiento tras los viajes en el tiempo es... improvisación. Como si estuviera tirando p'alante con lo primero que se le ocurre, aunque sea cutre, y ya lo arreglaremos luego. No dejaba de leer y de señalar inconsistencias en voz alta. Pero, sin embargo, las investigaciones y razonamientos del protagonista en sus viajes me parecen muy humanas e interesantes. Me sobra el componente nostálgico de "juventud divino tesoro" (aunque, desde luego, si buscáis una serie en la que se idealice la vida del pandillero noventero, quedaos con esta y no con GTO), pero al mismo tiempo entiendo para qué publico va dirigida y, al igual que ocurría con 'Gantz', de dentro de situaciones pueriles se puede extraer perlas de sabiduría y razonamientos enriquecedores. El dibujo también me deja indeciso: tiene trazas dosmileras que me gustan mucho, Wakui sabe cuándo dar la turra y cuando callar para darte un momento épico... pero en algunos momentos me parece falto de personalidad.

¡No lo sé, querides, estoy hecho un lío! Lo que sí sé es que leeré el siguiente tomo para seguir formándome una opinión.

¡Y feliz navidad!