Kamen Rider #1

Energía cinética.

Una de las cosas que más me gusta de leer cómics es acercarme a una obra viejuna con el freno echado pensando que me va a hacer bola, que está hecha para paladares de otra época, que no pasaré del primer número y que estoy leyendo solo para ampliar mi visión de la historia del arte... y acabar diciendo: "¡pero si esto es rock 'n' roll, dame el segundo tomo!"

En estos tres tomos no solo está el génesis del superheroismo japonés (para más detalles le preguntáis a @capitanurias, que es el experto), sino que también, dentro de su sencillez (incluso naif en ocasiones), Ishinomori Sh?tar?, hoy en el Olimpo de los mangakas, nos regala un muestrario de cinética, velocidad y dinamismo tremendos. La trama es mas sencilla que el mecanismo de un botijo, y si habéis leído 'Devilman' o, sobre todo, 'Cutie Honey' de Nagai Go, os sonará familiar e incluso repetitivo. Pero no hace bola, es entretenido, sin excesiva ambición en el guión, pero con momentos realmente espectaculares en el dibujo y, sinceramente, un espíritu que que creo que inspiró a Matsumoto Leiji y a su pirata espacial obsesionado con la libertad.