Raro será que no me tatúe un dibujo de este libro.
'El fuego nunca se acaba' no es exactamente un cómic, y tampoco es exactamente un libro. Es un diario, un anuario, un ensayo sobre la creatividad y la madurez, una selección de ideas, reflexiones y vivencias. Unas memorias breves de una década de intensidad formativa y profesional en la vida de Noelle Stevenson (creadora de 'Nimona' y, para mí, referente cultural), una década en la que pasó de estudiante de arte a showrunner de 'She-Ra'.
Es una propuesta muy de nicho, para personas muy interesadas en Noelle, pero al mismo tiempo el conjunto de fragmentos rápidos y breves de su vida, sus anotaciones y reflexiones, es un interesantísimo reflejo de la tremenda presión a la que se han autosometido les millennials desde la pasada década hasta hoy (estadounidenses sobre todo, creo que es un problema cultural mucho más acusado allí, y más aún en los gremios artísticos) criados en el culto a la imagen, el cuerpo y el éxito antes de los treinta. Unos estándares inalcanzables y una insatisfacción que minan la seguridad y acaban mermando la salud mental. Y que Stevenson expresa de forma íntima, poética en ocasiones, siempre con cierto humor, y nunca desnudándose del todo, porque seguramente no sepa como, puesto que conocerse a une misme es siempre un proceso que no acaba.
Cartoné. 208 páginas. 19€