Este del Oeste #10

El Apocalipsis ya llegó, ya llegó, ya llegó.

Ha finalizado una de las series de ciencia-ficción y fantasía mas sólidas de los últimos años. ¿Mi veredicto? Sensación agridulce.

A nivel técnico no tengo nada que reprocharle: cada escena es épica, cada frase es lapidaria, el color transmite una atmósfera única y mantiene la coherencia a lo largo de los 10 tomos, el timing es perfecto, los personajes son molones, la premisa no dejó de ser interesante nunca. Si la hubiera hecho cualquier otro equipo creativo habría sido una turra densa, y no lo es.

¿Entonces? Pues que creo que Hickman se ha recreado excesivamente con el desarrollo de una historia para terminarla de una forma carente de fuegos artificiales. Sencillamente eso. Esto empezó siendo una fusión futurista de un western, una guerra mundial, y un apocalipsis bíblico, y al final hemos leído la conclusión de una guerra mundial. Los otros aspectos se me han quedado a medio gas. No es que la serie necesite más números: creo que tiene los necesarios. Es que (y sinceramente, creo que le pasa lo mismo en el universo mutante) Hickman quiere jugar con muchos juguetes y plantea en un solo título ideas que dan para tres. Y eso está muy bien al principio, pero cuando tienes que cerrarlo todo de manera satisfactoria... es un problema. La trama central del conflicto entre naciones: todo bien. ¿La historia de la Muerte, su amada, su hijo, y los jinetes? Tan espectacular que daba para un comic propio. Y en un cómic en el que ya estaba ocurriendo tantísimo, la resolución de esta trama ha sabido a poco y me ha sonado a globo deshinchado (aunque con momentos bonitos, lo reconozco).

Resumiendo: el problema no es que sea un mal cómic, sino que da pena que sea un buen comic cuando claramente (¿tal vez con menos ambición?) podría haber sido un gran cómic.