Lo de la cotidianía y la razón de ser.
Es complicado hablar de algo a lo que no le ves ningún defecto pero a lo que le falta "un algo". 'Oleg' es la continuación espiritual de 'Píldoras azules' y, pese a que no tengo nada malo que decir de este nuevo vistazo a la vida cotidiana (familiar, laboral, artística, introspectiva) del autor (levemente ficcionalizado en esta ocasión), lo cierto es que el peso de la comparación es insalvable.
Peeters hace a la perfección lo que hace: viñetas bonitas, icónicas, reflexivas. Secuencias (muy Eisner, en mi opinión) oníricas preciosas o que reflejan la psique divagante del autor, ensimismado en algún pensamiento mientras trabaja o va en tren. Dudas existenciales mezcladas con algo de patetismo aquí y algo de ternura allá.
Bonito. Pero le falta algo. Llámalo novedad, llámalo alma, llámalo intención. Pero pese a no poder criticarle nada (¡ni ganas tengo!), le falta algo.
Cartoné. 184 páginas. 18€