Temporada de melocotones

Sororidad obrera intergeneracional.

Si no os lo he vendido ya con el título de la micro-reseña, que sepáis que también hay referencias a Bojack Horseman.

'Temporada de melocotones' es pura Murcia. Es Murcia en el habla de sus personajes y es Murcia en su omnipresente industria frutera. Es una historia de sororidad obrera entre tres generaciones de mujeres que se encuentran por primera vez en una cinta transportadora en una nave industrial, y que se conocen a base de descansos para el bocadillo. Son tres generaciones distintas de historia de la mujer y un banco en el que los feminismos reprimidos de una época aprenden de los de otra más liberada, y las fortalezas se comparten. La vida tradicional subyugada por el marido se cruza con la vida de posibilidades, errores y arrepentimientos (pero posibilidades) de la mediana edad, y estas a su vez con una vida joven, sin aparentes ataduras y, sin embargo con una tonelada de frustración anímica y presión por la ausencia de futuro y un camino marcado. Diferentes tipos de fuerzas y debilidades que se complementan y enseñan unas a otras.

Alba Flores y Ángel Abellán se adentran, como Ana Penyas (y el tomo apaisado coincide maravillosamente con su 'Estamos todas bien', añado para maniáticos como yo), en el camino de lo nuestro, de las pequeñas miserias cotidianas carentes de espectacularidad, de la reivindicación de lo femenino arraigado a la tierra y la edad. De lo sencillo en forma pero que comprende tormentas emocionales dentro de los toscos cuerpos.

Aquí hay cantera. Y un equipo creativo que tiene mucho que contar.

Cartoné. 128 páginas. 18€