21st Century Boys

Lo importante es el camino.

Voy a aprovechar esta micro-reseña final para contestar a dos de las preguntas que más me han hecho durante este viaje:

1) Este tomo, sin número, es el epílogo-continuación de '20th Century Boys'. No, no te lo puedes leer suelto. No. A efectos prácticos es el tomo 12 de '20th Century Boys'.

2) Desde el primer tomo he mantenido que '20th' es una obra maestra, y Naoki Urasawa uno de los mas grandes artistas comiqueros vivos. El camino andado que es el inicio y el desarrollo de '20th' ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que he vivido como lector, tanto a nivel cultural (es probablemente la obra con la que más he aprendido de Japón), como a nivel emocional y artístico. A Urasawa se le estudia, y se le debe estudiar, por obras como esta. Me preguntan mucho que qué pienso de la obra ahora que ya he leído el final, y sé por qué lo hacen. Al final del camino, Urasawa quiere rizar el rizo demasiado, exactamente igual que ocurre en 'Monster'. Intenta mejorar algo que ya está perfecto dándole una nueva vuelta de tuerca completamente ineccesaria, haciendo que ciertos capítulos de la historia sean confusos y el cerebro lector elija omitirlas. Pero estos "estiramientos de chicle" no empañan el exquisito desarrollo individual de un reparto coral entrañable como pocos, ni el precioso y esperanzador camino recorrido, ni la calidad de las viñetas desde la primera a la última. Mi opinión de 20th/21st no ha cambiado desde el primer tomo: el hecho de que crea que le sobre un innecesario giro de guión no cambia el hecho de que agradezco la existencia de esta obra cada vez que la veo en la estantería.