Mono de trapo

Peluches con ínfulas literarias.

'Mono de trapo' es uno de los cómics del año. Ya está. Dejemos esa información clara de antemano para poder seguir adelante.

En en nivel más superficial, las páginas de este recopilatorio nos cuentan las desventuras diarias de Tío Gabby y Don Cuervo, dos animales de peluche que -y esto ya debería deciros todo lo que necesitáis- actúan como dos esperpénticos personajes valleinclanescos transportados a un escenario compuesto por preciosas casas decimonónicas de la costa de Nueva Inglaterra y obligatorios guiños navales y balleneros. Más adentro encontramos sbsurdos debates filosóficos, reflexiones existenciales e introspectivas, lenguaje anticuado y jerga marinera y, con cada capítulo que pasa, se apodera de la narración una creciente aproximación a lo inesperado, a lo irreal y a lo surrealista, como si las líneas rectas de las casas de epoca y los límites imaginarios de la seguridad del hogar se fueran desdibujado progresivamente abriendo la puerta a lo siniestro, lo soez y lo onírico. También hay borracheras, cañonazos y ejércitos hormigas que poseen cuerpos de siniestras muñecas infantiles.

Una bella tipografía que no puede evitar recordarme a Liniers (¿habrá leído Liniers a Tony Millionaire?), una hipnótica y detallista conjunción del grabado y la tira dominical -tanto la de humor como la más grave- y un amor por lo literario, poético y no-explícitamente-macabro-aunque-macabro-de-algún-modo: todo lo anterior impregna este volumen imprescindible.

Y para el final, la guinda del pastel: 'Mono de trapo', como objeto, ya vale todo el dinero que pagaremos por el atril que merece para exponerlo en casa. Bravo por @editorialbarrett, que publica un título o dos al año, pero cuando lo hace, lo hace con un criterio estético excelente. Hasta la faja del tomo se aprovecha para Hacer el Arte. Eso sí: he echado mucho en falta algún tipo de introducción contextualizadora, historia de publicación, etc., las cosas como son.

Cartoné. 336 páginas. 39€