Capitán Subastas #1

Ahora esperás un hijo de Benji Price.

**Aviso: siempre que hable de este manga se usarán los nombres de la serie de televisión española, exceptuando el de Subastas Ozores, que al ser el protagonista es más fácil de recordar.**

Esta micro-reseña va a ser rara, porque la lectura ha sido rara. Ha sido un ejercicio de deconstruccion nostálgica en toda regla, y no me lo pasaba tan bien desde que comentaba cómics USA ridículos con @sobreviviraserunafriki o desde que descubrí los JOJOS al grito de "¿¡PERO ESTO QUE ES?!". Lo complicado es trazar una línea que separe la diversión que me ha aportado el manga de la diversión que me ha aportado REIRME del manga. Por una parte, esta versión original, que ya cuenta con 40 añazos a sus espaldas (y no 30, como dije en 'El Show de Comic Freaks' porque ya no domino ni las matemáticas más básicas), se mantiene sorprendentemente bien. No "hace bola" pese a ser un tomo con más páginas que un tank?bon. Las carreras kilométricas y los tiros a cámara lenta duran una viñeta. No es desesperante. Y el perenne "¡de esto me acuerdo!", así como el interés por detectar pequeños detalles y descubrir los nombres originales, engancha bastante.

Y luego está la otra parte: los primeros planos de Subastas (Oliver) mirando al infinito y rozando la patología psiquiátrica severa, el maltrato infantil (la hostia que se lleva Benji es nivel Dragon Ball), el padre de Subastas que es un cuñao cabrón españolazo como pocos he visto, unas líneas de diálogo tan tontas que dan toda la vuelta y son maravillosas, todos los personajes van de cocaína hasta las cejas, todos gritan todo el rato, todos están ON FIRE y muy a tope con todo y seguirían a Subastas hasta el borde de un acantilado y se tirarían como lemmings sin dudarlo un segundo.

Os juro que me lo pasé en grande y se me hizo corto, pero no sé si fue por los motivos adecuados.

¿Seguiré leyéndola? De verdad que no lo sé. Es que son 21 tomos y el diseño de la colección me parece altamente no atractivo. Todavía lo estoy decidiendo.