Familia no hay más que una. Y si te la inventas, mejor.
Llego tarde pero llego, cortesía de @pollys_books, que me conoce bien y sabe que no puedo perderme las cosas puras para el alma. Comedia de enredo y acción enmarcada en una pseudo-Guerra Fría en la que el mejor espía y la más mortífera asesina tendrán que fingir estar casados (desconociendo las habilidades del otro) para poder cumplir su misión. Para completar el cuadro tenemos a Anya, niña que el susodicho espía adoptará de un orfanato sin saber que es el resultado de unos experimentos científicos que le confirieron poderes telepáticos, para rizar más el rizo.
El desarrollo del primer tomo no pasaría de cálido y simpático, una lectura agradable y entretenida sin más... Si no fuera precisamente por Anya, la auténtica MVP de la serie, que nos regala muchos momentos grandiosos (herederos de Yotsuba, hay que decirlo) gracias a su ternura, a su vis cómica, y a que sus poderes telepáticos la ponen a la altura de los lectores, con lo que la conexión es inmediata.