Los que quedan

La cruda ficción.

Me gustan las obras de fantasía en las que dicha fantasía es real. Me explico. Siempre que en una película, libro, cómic, etc., se nos introduce un concepto inverosímil en el mundo real, odio que se de a entender que ha sido un sueño, que era un producto de la imaginación de un personaje, o que directamente el autor o autora estaba construyendo una metáfora sobre otra cosa. Si un final es abierto y deja al espectador la opción de elegir, siempre elegiré la opción de creer que algo inverosímil y fantástico ha ocurrido de verdad. Un motivo es, seguramente, mi relación con el cómic de superhéroes, donde la "fantasía real" es el marco indiscutible. Otro motivo es que me encanta "negociar" y soñar despierto con el "cómo". Cómo afecta algo fantastico a una sociedad real y tangible. Cómo afectarían a la vida real los superpoderes. O un animal parlante. O siglos de cuentos de niños viviendo aventuras en mundos de fantasía sin supervisión adulta.

Es uno de los motivos por los que me gusta tanto 'Hook' (1991). Y es uno de los motivos por los que me encanta 'Los que quedan'. Porque es un álbum que, primero, acepta sin reservas que todos esos cuentos, mundos mágicos y divertidas aventuras infantiles son totalmente ciertas. Y porque nos apuñala con crueldad con una pregunta, con esa "negociación" que mencionaba antes: ¿qué ocurre con las familias de esos niños aventureros? ¿Qué ocurre con esos padres a los que se les marchita la vida en el mundo real mientras sus hijos e hijas se erigen, también realmente, como salvadores de mundos que nadie conocerá nunca? ¿Qué ocurre con esos peterpanes, esos viajeros a Narnia, cuando vuelven a un mundo sin magia?

Busquet y Xöul firman uno de los álbumes esenciales de 2019 (mis disculpas por el retraso) que no debería faltar en las comitecas de los amantes de la fantasía. A poder ser a mitad de estantería entre las obras de aventuras fantástica alegres y coloridas... y los relatos que nos devuelven a la realidad con un mazazo que nos rompe las alas mágicas en mil pedazos.