Pezones, vello, heces... y mucho corazón.
Las descacharrantes historias cortas centradas en inquietudes absurdas de instituto (habitualmente escatológicas y subidas de tono, siempre personales) de Galko-chan y su cada vez más amplio reparto de compañeros de clase me recuerdan en una cosa a 'Dorohedoro': ambas son series rocambolescas que desvían tu atención inicialmente (hacia el gore y la acción una y hacia el humor absurdo y sin pelos en la lengua la otra), pero conforne vas avanzando te das cuenta de que algunas situaciones clave y las relaciones de amistad entre sus personajes son tiernísimas y te llenan de calorsito la patata, algo muy útil en estos días inciertos. Y luego en la siguiente página ya siguen hablando de culos.
Además, el dibujo con fondo blanco, línea azul y puntos de color puntuales sencillamente me turboflipa.
Como siempre, un excelente trabajazo técnico por parte de Fandogamia. Tienen el cielo ganado con esta serie.