Shi #4: Victoria

Fin de ciclo.

Una vez más nos vemos obligados a sufrir. No por la trama, que también (¿es la europea la tradición comiquera más cruel con los niños, o es que últimamente me han coincidido muchas lecturas en ese sentido?), sino por la crueldad que supone abrir la preciosa tapa de un nuevo álbum de Shi con gran expectación y acto seguido, en un suspiro, sentirte abandonado durante otro año.

Más amor apasionado, ningún miedo a hacer gala de lo fantástico en primer plano, victorias de las humanas y de las otras, un cierre de ciclo agridulce (que no de serie, ojo, de hecho se nota que Homs y Zidrou están guardando bastante artillería pesada -y seguramente un cambio de escenario- para el futuro) y un flash-forward que juega con nuestros sentimientos. Del arte de Homs, ¿para qué voy a voy a volver a deciros que es perfecto? Mierda, ya lo he vuelto a hacer.

Qué envidia me dan los lectores que conocerán esta serie a través de futuros integrales, porque es uno de los títulos que colecciono cuya espera se me hace más insoportable.