Qué cojones acaba de pasar.
No hay chill en 'Beastars'. La serie es impredecible, con cambios constantes de género y rumbo, sí, pero lo que ha pasado en el tomo 11 es para aplaudir a Paru Itagaki y dejar que nos siga abofeteando con total libertad. No tengo idea de hacia dónde va esto, ni me importa. Voy sentado en el asiento de atrás de este descapotable mientras siento el viento en mi cara. Por cierto, Rouis, tú has quedao como si te hubieran dao las largas
Curioso: esta serie tiene el dudoso honor de ser la primera serie con la que rompo mi norma no escrita de no ver el anime si ya estoy leyendo el manga.