La viñeta de hoy me representa a mí mismo ante la deadline para entregar dos reseñas para el Anuario.
Ya está, el post es ese. Me duelen los ojitos. Buenas noches.
Bueno, vale, también os diré que de repente el tomo 4 tiene muchísima historia, flashbacks y desarrollo de personaje, lo cual es muy guay, porque lo de que era un manga de hostias ya lo habíamos pillado, gracias por la indirecta.
Y deliciosas páginas bitono, como el caso que ilustra esta micro-reseña alimentada por el dolor de cabeza.