¡Ha vuelto! ¡Y en forma de... Eh... Dorohedoro!
Una de las mejores noticias de final de año fue saber que la publicación de Dorohedoro (una de mis series favoritas, amén de una de las propuestas más impredecibles, sucias, complejas y sorprendentemente adorables de la actualidad) no estaba abandonada, sino que estaba de parranda. Imposible saber si está funcionando bien o no, pero por lo pronto el primer tomo del manga ha obtenido una nueva tirada por parte de ECC. Si buscáis algo que se salga de lo habitual, una propuesta underground cargada de magia bizarra y muerte grotesca, os la recomiendo de mil amores.