Los Estados Divididos de Histeria

Cacofonía y buenas intenciones.

Hay obras, como esta que nos ocupa, que vienen envueltas en controversia, y en ocasiones la opinión del público se centra erróneamente en posicionarse en un extremo u otro de dicha controversia. O "me ofendo incluso antes de leerla" o "la defiendo porque la gente se ha ofendido y por lo tanto es una obra valiente". Estados Divididos de Histeria no es una obra valiente. Sí que es una obra bienintencionada. Pero como ocurre con otras obras (te miro a ti, 'Man-eaters') creadas con intención satírica o combativa desde la comodidad y seguridad de una clase privilegiada, tener buenas intenciones no compensa las carencias que pueda tener la obra, sobre todo cuando (como suele decirse en el ámbito de la crítica al stand-up) queriendo dar puñetazos hacia arriba no te molestas en comprobar si se te está escapando alguno hacia abajo.

Esta obra de Chaykin tiene puntos interesantes a nivel de argumento que podrían ser aciertos, pero creo que es una obra conformista y que pierde mucho en las formas. No puedo defender sus carencias escudándome en la sátira, las intenciones y el mensaje cuando el resultado final es tosco. Para que me entendáis: Ennis o Millar pudieron ser 'enfants terribles' en los 90 escribiendo series con tacos, situaciones grotescas e incorrección política, pero el truco no se puede replicar en el mismo autor 30 años después, porque el mundo y los discursos cambian progresivamente. Si se repite, se vuelve anodino y vacío. Un "joder" impreso en las páginas de un cómic no tenía el mismo valor en 1989 que en 2019. Y Chaykin no ofrece una transgresión al nivel de 2019: sigue un par de décadas atrás, y pese a la (inisto) perceptiblemente buena intención, el poso que nos queda es rancio y sin interesantes verdades incómodas ocultas detrás de sus formas.

El apartado gráfico es otro punto de análisis clave. Voy con la verdad por delante: a mí el dibujo de Chaykin, como el de Byrne, no me gusta a partir de los 90. No pasa nada. Es cuestión de gustos. (sigue en los comentarios)

Cartoné. 160 páginas. 28,90€