Paraíso perdido.
Mirad que cosa más bonita. Que yo me alegro por la licencia de Panini y tal, pero... Fua, cómo me gustan las robustas ediciones de Seven Seas Entertainment.
Devilman se lee como un tiro, la verdad, y en la segunda mitad de la obra todo va tranquilito, con capítulos cortos en los que los protas viajan por el tiempo enfrentándose a demonios y teniendo sentimientos confusos, y de repente: PUM, ARMAGUEDÓN. Pocas veces he leído algo que pase de 0 a 100 en tan poco tiempo: los últimos tres o cuatro capítulos son brutalmente demenciales.
Es curioso que, pese a ser una historia sobre el enfrentamiento entre la humanidad y los horribles seres demoníacos que la poblaban previamente, pese a lo sanguinarios e inhumanos que son estos seres... La conclusión es que siempre, siempre, siempre, la humanidad es peor. Precioso y terrible final, e interesantísimo giro bíblico. Yo diría que Nagai se había leído 'Paradise Lost'.