El típico entrenamiento shaolin.
Seis tomos ya, demasiados pocos para los que nos gustaría devorar, la verdad, pero cada nueva entrega vuelve a arrancarnos una sonrisa. Nuevas y secretas fuerzas atacan a Seth, que deberá reagruparse en un bosque mágico donde tendrá lugar el clásico entrenamiento shonen... Pero en plan silvano-mágico-espiritual. Divertidísimo, con el delicioso y fino dibujo de siempre, y un par de momentos reivindicativos muy buenos. Me cae bien Tony Valente.