March

La libertad en los pies de un pueblo.

John Lewis, congresista en los Estados Unidos, es historia viva de la lucha por los derechos civiles y contra la segregación. De criar gallinas en el sur en los 50, a estar junto a Obama en los 00 durante su investidura. Vivió los asesinatos de Kennedy, Malcolm X y Luther King. Y sobre todo, marchó. Marchó mientras era insultado, escupido, apalizado y detenido innunerables veces, como todos la ciudadanos y ciudadanas negros que tuvieron la suerte de no ser asesinados a manos del sur racista por marchar. Por andar. Por caminar para pedir que le dejaran comer al lado de los blancos. Por marchar para pedir que les permitieran votar, pues eran ciudadanos norteamericanos, y ese derecho tenían.

Por marchar. Pacificamente. Enfatizando que debían amar a su agresor, y nunca, nunca enfrentarse a él. Sólo marchar, un día, y otro, y otro.

Este grueso volumen contiene los tres libros que componen esta historia completa de la marcha por el voto negro, con todas las pequeñas historias humanas reales que se olvidan por el camino, sobre todo fuera de Estados Unidos, y que explican perfectamente las situaciones de tensión racial que se están viviendo al otro lado del charco a día de hoy, además de contextualizarlo con pinceladas sobre otros movimientos sociales. Obligatoria en las baldas de cómic histórico moderno, junto a Maus, Persépolis, obras de Mary Talbot, sobre la Guerra Civil, Kobane Calling, etc.

Títulos que que deberían recomendarse en institutos para saber de dónde venimos, saber de dónde viene otra gente que creemos distinta y ajena, y entender por qué es tan importante para todes denunciar ciertas cosas y luchar contra otras aunque ahora estemos aparentemente bien. Estamos aparentemente bien porque ya se luchó por ello. Porque los cambios no se consiguieron con varios gestos importantes, sino con un desesperante y eterno aguante frente a la injusticia y la deshumanización que no debe olvidarse jamás, pues ocurrió, como quien dice, a la vuelta de la esquina.

Y hay que recordarlo, cada día.