Onírico viaje cubista.
En un ejercio de narración surrealista, con una expresión y desarrollo de trama automáticos en apariencia, iniciamos un viaje cuasi-onírico junto con Roúl Nada, que huye del recuerdo de la guerra y busca una ciudad de Budspest que adquiere en este cómic tintes mitológicos.
Picasiana, aleatoria y vanguardista. Vanguardista en plan años 20, digo.