Sorpréndeme, Remender. Engáñame.
Así, sí.
En otras series, Remender peca de facilón, de jugar a ser incorrecto y burro, a ser Millar o Ennis, dando la inevitable impresión de que simplemente está produciendo cómics como churros sin esforzarse demasiado. Lo que me gusta de 'Clase Letal' es que se atreve a introducir vueltas de tuerca, a saltar al vacío sin red. A probar cosas nuevas desde un punto de vista argumental. A utilizar nuevos juguetes.
Uno de los puntos fuertes de la ultraviolenta serie de jóvenes-asesinos-en-formación (además del aspecto gráfico impecable, aunque sigamos echando de menos al colorista Lee Loughridge) es el cliffhanger potente y su resolución inesperada. Y aquí Remender juega esa baza de manera magistral, desviando tu atención, sorprendiéndote.
Leyendo este tomo he gritado un par de veces: "¡Joder! ¡Así, sí!" En serio. La Señora Con Jota es testigo.