Para que luego digáis que no hago nada más que criticar a Millar: me ha gustado MUCHO, y en esta ocasión el mérito no es solo de el limpísimo y luminoso dibujo de Quitely. Contiene tres temas que me encantan: posibles repercusiónes sociales y económicas en un mundo con superhéroes, justa venganza, y el siempre acertado "yo soy pacífica, pero como toques a mi familia te reviento la vida". Incluye pinceladas de la clásica violencia-gratuita-quiero-ser-Ennis-y-no-puedo, pero lo dejarenos pasar.