Lo que le falta como narración de entretenimiento (que es mucho, ojo) lo gana como investigación histórica simplemente obligatoria para cualquier interesado en la historia de Gran Bretaña, el sufragio femenino y, en definitiva, el gérmen del feminismo. Imprescindible para anglófilos. Un contundente recuerdo de lo dificil y doloroso que es conseguir que una situación social cambie a mejor.