Wonder Woman: El Feminismo como Superpoder

Voy a micro-reseñar un libro. Como lo oyes. Estoy muy loqui.

Puse a Jesucristo en Bicicleta por testigo de que mi primer libro después de mi sequía bibliográfica de casi 2 años -movidas de la tesis al margen- sería este. (Y no cumplí mi promesa, porque me acabé antes 'The Handmaid's Tale' peeeeero ese no es el tema.) Este libro, obviamente, merece en cierta medida estar aquí por su relación directa con el mundo comiquero, pero lo merece más aún por la sencilla razón de que es La Buena Mierda. Magra con tomate de la buena, de la de toda la vida. Y os voy a enumerar razones random que me hacen pensar esto.

1? Entró por los ojos. De vez en cuando os recuerdo la importancia que tiene para mí el diseño de portada y formato de un cómic/libro/disco. He comprado cosas de las que no sabía nada sólo por su aspecto. Y he acertado casi siempre. Porque suelen ser extensiones del contenido. Este libro, como 'artefacto', es justo lo que busco: la limpieza, el morado y el amarillo, la sublime sencillez de la ilustración de las magistrales Carla Berrocal y Natacha Bustos, que aproximan el libro al cómic unos cuantos grados. De las ilustraciones interiores ni hablo. Madre mía, esa Diana con el rediseño BDSM. PURE WONDER.

2? El contexto lo es todo. Este tipo de libros tiende a caer en el academicismo extremo o la excesiva especialización, -algo que me toca la moral por motivos que no cabrían aquí-. McCausland entrelaza la evolución en la ficción de Wonder Woman con la historia del feminismo, con la historia del cómic, con la historia de la cultura popular, y con su propia historia personal y propuestas. Sí, encontrarás materia sesuda, pero el "cotilleo friki" y la evolución cronológica y contextualizada de muchísimos elementos "culturalmente dispersos" es continua.

3? Lo bueno, si breve, puturrú de fua. División de capitulos cortos y dinámicos, con buena diferenciación temática, pero sin perder la interrelación.

4? Madre mía las entrevistas. Greg Rucka, te como la boca.

5? Hay más, pero Instagram me limita. Baste decir que no es sólo Wonder Woman. Es cómic. Es feminismo. Es historia. Es un McCauslanazo.