La Inmersión

Reivindicando la abueleza.

Vidal y Pinel nos trajeron el pasado año algo de lo que nunca hay suficiente: apología de los abuelos y abuelas. Un recordatorio, un tristemente necesario recordatorio, de que existen, y siguen viviendo con una pasión que muchas veces se ve truncada por el propio entramado social que hemos construido. 'La Inmersión', la historia de una mujer jubilada viuda que deja su hogar de toda la vida para irse a una residencia, no es un dramón, pero es triste. No es esperanzadora, pero tiene momentos alegres. No es una historia revolucionaria, sino humana, real y agridulce, y su principal logro reside en enfatizar la existencia de nuestros mayores, algo tan sencillo y tan sorprendentemente olvidado, puesto que a veces les tratamos (y la ficción no se libra) como si fueran de otra especie; algo absurdo, puesto que todes pasaremos por el mismo lugar.