Maganta

La derrota millennial.

Las viñetas de Lola Lorente son tranquilas, pero contienen tormentas. No es la primera vez que leo o veo una propuesta que se sustenta sobre la "vuelta al pueblo" en clave derrotista (hasta el punto de que creo que es una característica fundamental de lo millennial); y como una púgil derrotada vuelve el personaje de Mary Pain al pueblo tras terminar un ciclo vital que podemos imaginar como potente, liberador, irreal... e inútil, una vez que la vida adulta y las responsabilidades que nunca pensó (pensamos) que fueran a ser suyas (nuestras) recaen sobre ella (nosotres). La vuelta a la casa, esa casa antaño familiar y ahora marchita que, al igual que la de 'Naftalina' de Sole Otero, es un poderoso motor de memoria y análisis de la identidad actual a través de la identidad pasada. Un intento de prepararse para enarbolar una madurez para la que nadie ha sido preparado.

En 'Maganta' hay planos de Luis Buñuel, algo de realismo mágico de barrio que bien podría equivaler a las locas de Jaime Hernández, y la la rareza funeraria de Sequeiros. Es un costumbrismo moderno construido sobre un costumbrismo viejo. Es la suciedad familiar narrada con trazo grotesco pero limpio. Es perfecto para amantes de lo raro y lo lynchiano.

Cartoné. 216 páginas. 25€