Del Tom Taylor se aprovecha todo, hasta los andares.
Solo Tom Taylor podría conseguir que me subiera a una serie de la que no me gusta ni el logo... y tener éxito. Buena mezcla de drama y comedia, de crueldad y adorabilidad, jugándosela con un buen puñado de personajes de nuevo cuño... y dejarte con ganas del siguiente número, porque transmite a la perfección que hay un plan cerrado detrás de todo. ¿Será eso mezclado con la finura equilibrada de nuestro compatriota Bruno Redondo a los lápices? La verdad es que sin reinventar absolutamente nada y con un reparto que no me interesaba en absoluto, han conseguido mi atención. A veces basta con abrir un poco las ventanas y hacer un tebeo entretenido.
A tope con Osita, sinceramente. Y gran acierto incluyendo a un antagonista al que el 100% del reparto pueda odiar justificadamente.
Se queda.