Del chill a la psicopatía chunga en un tomito.
Yo soy un incondicional de Aki Irie, pero lo de que se marque un tomo de paseitos por Islandia, totalmente sano y sin acontecimientos notables, y al siguiente pise el acelerador y se centre en un asesino psicopatilla por una parte y en una trama de niños perdidos y amores imposibles por otro ha sido una agradable sorpresa que no me vi venir.
Pero bueno, que yo venía aquí a alabar la edición de norma, que es un gustazo muy campero y hogareño. Me gusta cuando se salen de su hoja de ruta habitual para series que tienen ese algo distinto.